Cuando se habla de la degradación moral o física, hay un especial enfoque en las virtudes humanas de todo tipo, además del daño que se pueda causar a un ser; por ejemplo, la pornografía se considera un material degradante para el sexo femenino, mientras la propinación de una golpiza a un hombre puede ser vista, de acuerdo a los motivos, como degradante. Igualmente, se habla de esta degradación laboral, que se da, mayormente, en instituciones militares y eclesiásticas, en las que, por un crimen grave cometido, se degrada el rango de importancia de la persona involucrada, con el propósito de lograr alguna vergüenza.
En cuanto al campo biológico, la degradación puede referirse a los cambios físicos que se dan en los suelos, al igual que, como se mencionó anteriormente la transformación de los restos de los animales o plantas en el mismo, en otro tipo de material. En el arte, específicamente en la pintura, se trata de la disminución del tamaño de las figuras dentro de un cuadro.