La convivencia social muestra el cumplimiento de una norma de cortesía. Reglas de cortesía cuyo cumplimiento no es obligatorio ya que las personas también pueden tener gestos de poca educación, ya que muestra una desaire hacia un amigo o un familiar cercano. Los actos de descortesía también pueden afectar a extraños.
Hay muchas maneras de hacerle un desaire a alguien: haciendo a una persona vacía, ridiculizando a alguien con ironía sarcástica, exponiendo a una persona. Una persona orgullosa también puede cometer el error de colocarse en el papel de superioridad antes que la otra y, como consecuencia de esta actitud, subestimar al interlocutor. Con frecuencia, este tipo de actitud tiene su causa en el individualismo o exceso de ego que es muy humano, pero es aconsejable educar para comprender que hay retroalimentación en las relaciones personales.
Es un no responder a los mensajes de whatsapp de un amigo y responder con indiferencia a sus propuestas de planes. Las nuevas tecnologías han evolucionado de tal manera que hoy en día, las personas también pueden experimentar desaires virtuales. De hecho, hay rupturas de pareja que ya no terminan cara a cara, sino a través de un mensaje de texto.
Sin lugar a dudas, esta forma de decir adiós también muestra un ligero hacia el otro. Los desaires son gestos en los que la otra persona no se toma en cuenta, hay una falta de empatía. Este gesto de poca consideración hacia el otro puede no ser consciente. Pero siempre es importante reflexionar más tarde sobre las acciones tomadas y las posibles consecuencias de los actos para poder disculparse si es relevante.
