Algunas piedras son elaboradas de forma artificial para imitar a otras gemas. Sin embargo, es importante señalar que las gemas sintéticas no son necesariamente deben ser consideradas como imitación. Por ejemplo el diamante, rubí, el zafiro y la esmeralda, que son creadas en laboratorios poseen las mismas propiedades físicas y químicas que el elemento original. Diamantes de tamaño pequeño artificiales han sido creados de forma masiva durante varios años, aunque sólo recientemente han sido creados grandes diamantes con buenos estándares de calidad, en especial aquellos de colores variados y llamativos.
El valor de una gema se lo otorga principalmente su belleza y perfección. De hecho, la apariencia es el aspecto más importante. Por su parte la belleza también debe ser duradera; ya que si una gema es dañada de alguna manera, ésta perderá su valor de manera inmediata. Las características que hacen a una piedra hermosa son su color, un fenómeno óptico inusual, una incrustación como con un fósil, la rareza que presente y en ciertas ocasiones, la forma particular que presente el cristal.
Las gemas pueden ser de diferentes tipos, pero entre ellas se destacan algunas de las que se mencionan a continuación: sugilita, ojo de tigre, crisocola, cornalina, turmalina, hematita, pirita, malaquita, turquesa, cuarzo rosado, feldespato, rubí, ágata, obsidiana, jaspe, lapislázuli, ágata azul, jade, amatista, topacio, ópalo, diamante, esmeralda, zafiro, entre otras.