Se le da poderes sobrenaturales, ya que haciendo experimentos con sales de uranio en unos recipientes de vidrio y exponerlo en la oscuridad bajo una luz ultravioleta, se encendía con una misteriosa fluorescencia de color y brillo extraordinario, fenómeno que deleitaban y aun mas asustaban, perturbando a los hombres de la época victoriana, para finales del siglo 19 se descubrió que el uranio posee propiedades de otro mundo. En el año 1.896 fue la doctora Marie Curie que le dio el calificativo de radioactividad, usando la palabra radio que denota rayo de luz o haz de luz, su utilidad va desde lo más complejo como combustibles de armas y reactores nucleares, y lo más sencillo como dar color al vidrio.
Como en otros elementos conocidos estamos expuestos al uranio en forma natural, en el aire, agua comidas, el suelo de los cultivos de los vegetales, en esta pequeña cantidad no hace daño al cuerpo humano, pero grandes cantidades destrozan y matan las células, ocasionando mal funcionamiento en ellas y provocando mutaciones genéticas que se transmiten a la generación futura. El cáncer es una de las enfermedades más frecuente al estar expuesto a esta radioactividad, siendo el calor unos de los productos secundarios potencialmente útil, que es la fuente más poderosa que existe en el interior de la tierra, por esto los científicos dicen que fue el uranio uno de los que ayudo a dar forma al planeta tierra en su formación, más aun, los científicos de la época no fueron conscientes de los daños para la salud a largo y corto plazo.