En comparación con la celebración de la boda en la juventud en el que todo el futuro está aún por saberse, las parejas festejan las bodas de oro con una ceremonia que sirve como conmemoración para revivir el mágico sentimiento de aquel primer evento nupcial y así mismo para celebrar el amor en letras mayúsculas. En otras palabras, es una ocasión ideal para dar las gracias a esa persona que, por su compañía, por su cariño incondicional, por su generosidad, el respeto y los tantos momentos inolvidables que han compartido durante 50 años.
No cabe duda, que una pareja que alcanza la celebración de los cincuenta años de casados debe haber superado diversas etapas entre ellas las de crisis, momentos de dificultad, etapas de distanciamiento, discusiones y demás momentos amargo. Pero de igual manera habrán vivido el valor del perdón, el reencuentro personal, dando paso a que se puedan conocer cómo son realmente el uno y el otro. Como un símbolo de amor, el día de la boda la pareja suele intercambiar joyas elaboradas en oro.
Con respecto a la primera boda, no existen reglas fijas para celebrar el quincuagésimo aniversario de un matrimonio. Lo que realmente importa es hacer que ese día sea especial y que por lo tanto logre mantenerse en la memoria de todos los familiares.