Este tipo de actividad física es de menor intensidad pero durante períodos muchos más largos que los demás, siendo el objetivo principal que el individuo consiga una mayor resistencia. A diferencia del ejercicio anaeróbico, el aeróbico no aumenta la masa muscular.
Para medir la intensidad de esta actividad física es por medio de las pulsaciones cardíacas, por lo que el máximo número de éstas por minutos que se consideran razonables y sanas para la persona es de 220 para el hombre y 210 para las mujeres por minuto. Un ejemplo de como seria la formula para calcular las pulsaciones de una mujer de 45 años sería. 210-45=165.
Existen una serie de parámetros para saber o calcular la intensidad del ejercicio que la persona realiza, por ejemplo de 55% a 60% pulsaciones por minuto se considera suave, mientras que de 75% a 85% es moderado y por último es de intensidad fuerte entre 75 y 85%. Sin embargo el ejercicio aeróbico que mejor impacto tiene es el moderado, así lo señalan los expertos.
Son diversos los beneficios que aporta al cuerpo el ejercicio aeróbico entre los que destacan los siguientes:
A mediano plazo disminuye la presión sanguínea reduciendo los niveles de colesterol LDL (colesterol malo), aumentando al mismo tiempo los niveles de colesterol HDL (colesterol bueno). Así disminuye el riesgo de infarto.
Reduce considerablemente los niveles de glucemia en las personas diabéticas, ya que al practicar ejercicios aeróbicos se utiliza la glucosa que proviene de la sangre y es entonces cuando los niveles de esta sustancia en la sangre bajan, mejorando la calidad de vida de quienes padecen la enfermedad.
Mejora la capacidad intelectual, según varios estudios realizados quienes realizan ejercicio aeróbico de manera constante mejora la neurogénesis del hipocampo, entonces si es posible que realizando actividad física mejore las condiciones de aprendizaje de las personas.
El sistema respiratorio es otro que se beneficia con este tipo de ejercicios ya que no solos los músculos reciben más oxígeno, sino también los órganos y la piel, aumentando la capacidad de realizar mayores esfuerzos al individuo. Además mejora las funciones renales, digestivas, el estado anímico entre otros.
También aumenta la reabsorción de calcio por los huesos, fortaleciéndose y disminuyendo el riesgo de fracturas. Asimismo, Disminuye los niveles circulantes de adrenalina, la hormona del estrés, y aumenta los niveles de endorfinas.