El término ha sido utilizado en distintas ocasiones para hablar sobre los sistemas políticos que, en la actualidad, han estado al mando de países importantes, al igual que se incluyen a los no tan influyentes. No sólo se trata de un gobernante con un bajo cociente intelectual o de los seguidores que los siguen a pesar de sus acciones, también se encuentran los que están manejando, de cierta forma, los poderes dentro de la comunidad gobernada y que además, obtienen cierta fama de buenos trabajadores, tomando descaradamente las buenas acciones de los simples trabajadores.
En otras palabras, este gobernante forja una mentira sobre la cruda realidad, para hacer que los habitantes de su pequeño reino falso se sientan seguros y cómodos, para que puedan seguir dando su apoyo incondicional. Diversos escritores de aspectos políticos concuerdan en que este tipo de gobernantes tiende a defenderse bastante seguido de las críticas por sus errores y que intenta reservar la mayor cantidad posible de insultos hacia él, para dejarlos salir y hacer que los ingenuos seguidores se den cuenta de que el poder hecho persona es bastante despreciado por competidores, por intentar llevar su gobierno bajo el suelo.