Atrevimiento o falta de respeto que alguien presenta en su comportamiento. El comportamiento antes mencionado puede ser una parte regular de la personalidad, o una persona se comporta de esta manera en una situación determinada que causa exactamente tales reacciones.
Las personas insolentes son más numerosas entre los niños y los jóvenes, porque su rebelión los hace tender a desafiar los límites y cuestionar las jerarquías y las costumbres sociales impuestas. Aunque los insolentes suelen ser los que menosprecian y atacan las convenciones sociales y otras personas, palabras y gestos hirientes, también pueden acompañar estas expresiones con agresiones físicas. Ejemplos: «El insolente se reía mientras cantaba el himno de la patria» o «el grupo de jóvenes se volvía insolente en la escuela con su maestra».
El insolente es el que carece de toda moderación y con mucha valentía y orgullo se enfrenta a otros individuos y los cuestiona, incluso cuando tienen más edad, más autoridad o un nivel jerárquico superior. La insolencia también puede dirigirse a objetos sagrados o símbolos nacionales. La falta de respeto, la ignorancia de los límites, la audacia y el orgullo excesivo a menudo acompañan a las acciones o expresiones insolentes.
Aunque a veces es imposible permanecer inmóvil o no responder a una insolencia, porque el amor propio de cada uno lleva a una respuesta natural y espontánea, debemos tratar de controlarnos y, en la medida de lo posible, no reaccionar.
La violencia trae consigo más violencia siempre.
Solo la educación y un trabajo interno a favor de no reaccionar ante situaciones violentas pueden reducir la violencia que vemos hoy en todas partes.
Hay varios sinónimos que se utilizan a menudo en relación con este concepto, mientras que, destacamos dos de los más utilizados por ser: la irreverencia y la osadía.
Una irreverencia implica básicamente la ausencia de respeto por alguien, o algo, por alguna acción que molesta ampliamente o un dicho que sin duda molesta.
Y, por otro lado, osadía supone la audacia, la imprudencia y el atrevimiento que alguien presenta en su actuación.