Una parte importante dentro de su mecanismo de acción, es la percepción del día y la noche, por medio de la conciencia que se tiene del entorno en el que se está presente, además de distintas señales nerviosas que son enviadas al cerebro para que regule la expulsión de la sustancia. Todo esto varía según el tipo de ser con el que se está tratando, debido a las distintas formas en las que podría presentarse la estructura de los pinealocitos, teniendo una función, de igual manera, diferente en cada caso.
Asimismo, la glándula pineal es la zona designada a la producción de melatonina, jugando, ésta, un papel fundamental en la fase de percepción del entorno y la expulsión. Puede ser liberada en lugares neurales y no neurales. Su uso se extiende a diversas áreas de la medicina, yendo desde la psicología hasta la cardiología, pues, es administrada como solución a problemas como: trastornos del sistema inmune, el trastorno afectivo estacional, arritmia y depresión. Se pueden adquirir en diferentes presentaciones y con diferentes concentraciones.