El tiempo de duración de la noche puede modificarse a lo largo del año, esto es debido al constante movimiento que tiene la tierra. Durante el otoño y el invierno las noches suelen ser más largas; mostrando mayor evidencia durante el periodo de invierno, en donde el sol se oculta mucho más temprano y su salida es tardía. Mientras que en el verano, ocurre todo lo contrario, las noches suelen ser más cortas.
En el mundo cotidiano a todas aquellas actividades que se realizan por las noches se les denomina nocturnas. Por ejemplo, ir a una discoteca.
Por la noche es fácil poder observar la luna y las estrellas, así como también muchas de las noches son propicias para los encuentros amorosos, el erotismo, las cenas románticas, etc. Por otra parte, y partiendo de la cultura popular, la noche representa para algunas personas, el escenario perfecto para contar historias de terror, esto fundamentándose en la relación que existe entre la oscuridad y el peligro, ya que la oscuridad que la noche ofrece es ideal para que los bandidos se oculten y los seres de otro mundo aparezcan.
Muchas son las historias de vampiros y hombres lobo, contadas a lo largo del tiempo, en donde estos seres fantásticos, esperan la oscuridad de la noche para salir a alimentarse, en el caso del hombre lobo, espera la luna llena para transformarse y el vampiro, según la leyenda, sólo puede salir cuando es de noche ya que la luz del sol lo mataría.
En fin toda una serie de relatos e historias que son difíciles de comprobar pero que siempre han formado parte de la cultura popular, como lo es el caso del silbón (espectro que aparece en los llanos venezolanos por las noches) y la sayona (espíritu atormentado que asusta a los hombres mujeriegos por las noches, muy famoso dentro del folklor venezolano).