Las zonas de comercio no son nada nuevas, tienen su historia y datan desde hace siglos, establecidas por Shannon, Co. Clare III para promocionar el empleo en las zonas rurales de Irlanda, donde el Gobierno hizo uso de pequeños espacios en las regiones y así generar ingresos a la economía, resultando un gran éxito al punto que en la actualidad sigue funcionando.
En continentes como Latinoamérica esta actividad se desarrolla durante el siglo XX, siendo Argentina y uruguay los pioneros en activar el comercio. Las zonas comerciales en general son para generar empleos y así reducir la pobreza y el desempleo, lo que hace que se estimule la economía de la zona.
Dentro de estas zonas comerciales muchas veces se convierten en zonas libre de comercio, donde se suprime las barreras de aranceles e impuestos comerciales entre países que la constituyen, es decir, los precios de todos los productos comerciales entre ellos serán los mismos para todos los integrantes de la zona, de forma que un país no puede aumentar (mediante aranceles a la importación) el precio de los bienes producidos en otro país que forma parte de la zona de libre comercio.