Los abetos por lo general suelen crecer en regiones donde el clima es muy frío, así que si la persona quiere poder observar uno debe visitar algunas regiones de América del Norte, Asia y Europa. En cuanto a su madera, son muy solicitados en las construcciones, aun cuando no cuenta con suficiente capacidad de resistencia. Sin embargo, su color y tamaño lo hacen valioso para la fabricación de marcos de ventanas y puertas.
Como ya se ha mencionado, existen algunos países que tienen por costumbre cortar abetos durante la época navideña para decorarlos en sus hogares y para que en sus pies sean colocados los obsequios que trae papá Noel o santa Claus. No obstante es importante recordar que la tala indiscriminada de este árbol puede afectar su ecosistema, es necesario que se organicen campañas de concientización que promuevan la siembra de los mismos.
Por otra parte, el abeto además de ser utilizado como elemento decorativo, también puede ser empleado con fines terapéuticos o alimenticios. La resina que bota el abeto suele emplearse como cataplasma, creando un efecto confortante sobre la circulación sanguínea, además de contar con propiedades antisépticas. Su corteza interna es puesta a secar para luego ser pulverizada, una vez transformada en polvo, ésta se utiliza como espesante de sopas o como un complemente a la hora de preparar pan. En cuanto a las semillas, estas presentan un sabor agradable y no son dañinas a la salud, sin embargo, debido a lo pequeñas que son, no pueden ser consideradas como un alimento propiamente, por lo que es más factible que sean consumidas como aperitivos o para ser mezcladas con otros alimentos.