Qué es un absceso
Es una respuesta del cuerpo para defenderse frente a la infección causada por microorganismos, generalmente bacterias como Staphylococcus aureus y Streptococcus pyogenes. Se caracteriza por acumulación de pus en la parte del cuerpo afectada.
Implica una cascada de eventos que conlleva cambios en la permeabilidad vascular, edema y aumento de leucocitos en el área afectada a fin de movilizar células fagocíticas y anticuerpos que combaten los microorganismos. Sus síntomas generales son enrojecimiento, tumoración, inflamación, dolor y calor.
Su término proviene de la palabra latina abscessu(m) que está conformada por los prefijos ab (separación) y ces (caminar) que denota “separa-espacio-distancia”. A su vez, abscessu deriva de la palabra griega apostima (ἀπόστημα) ἀπό, (aparte, lejos) y ἵστημι (istimi) (poner, apostar, estar situado) que fue utilizada por el médico griego Hipócrates en el año 370 AC., con un significado similar al actual, de que el pus está separado -en el absceso-.
En la actualidad se maneja el término absceso, forúnculo, golondrino y se dice apostema si existe secreción de pus.
Otros nombres utilizados para referir a forúnculos es el de carbunco o ántrax. Según la Clínica Mayo, un ántrax es un grupo de forúnculos que se conectan resultando en una infección más profunda.
Causas de los abscesos
Los abscesos son causados a menudo por una infección bacteriana u otro agente infeccioso, puede ocurrir en cualquier parte del cuerpo, a lo que el organismo reacciona con un grupo de eventos, para aislarla y combatirla.
Lo primero que ocurre al producirse la infección es la activación del sistema inmunológico del cuerpo para contener y combatirla, de manera que el cuerpo da órdenes para modificar la permeabilidad vascular, aumentar el flujo sanguíneo y permitir el paso de plasma y glóbulos blancos hacia el tejido afectado, la zona se enrojece (rubor) y se forman el edema.
En este proceso se forma el pus. La acción conjunta del plasma (rico en anticuerpos que bloquean los antígenos de las bacterias) y de leucocitos/glóbulos blancos (principalmente neutrófilos) que actúan fagocitando las bacterias, parásitos, o cuerpos extraños causantes de la infección, buscan parar la infección y cicatrizar el tejido dañado.
Por lo general, las bacterias o microorganismos que ocasionan la infección son el Staphylococcus aureus y el Streptococcus pyogenes. A menudo, en una sola infección pueden intervenir varios tipos de bacterias. En el caso del ántrax o carbunco, la bacteria más abundante en la infección es el Bacillus anthracis.
Otros agentes infecciosos son parásitos protozoos como la Entamoeba histolytica, hongos y helmintos.
A menudo, el agente infeccioso se instala en la zona a través de una lesión por corte, picadura de insectos, quemadura, inyección.
Características y síntomas de un absceso
El absceso se forma por una serie de eventos que actúan como mecanismos de defensa para aislar la infección y superarla.
Principales signos:
- Inflamación y enrojecimiento por aumento del flujo sanguíneo.
- Edema o hinchazón por la retención de líquido.
- Formación de pus por acumulación de líquidos, glóbulos blancos, tejido muerto, bacterias u otros microorganismos y sustancias extrañas.
- Calor y dolor en la zona afectada.
- Fiebre con escalofríos.
Tipos de abscesos
Los tipos de abscesos pueden ser externos e internos. En esta vertiente se presentan los más comunes.
Absceso dental
Existen varios tipos entre los cuales se destacan:
Absceso en la encía
Se produce por la entrada de objetos extraños en el tejido de la encía y en el surco interdental, lo que facilita el ingreso de bacterias y la infección. Los síntomas son:
- El dolor en el diente es intenso, continuo y con pulsaciones.
- Inflamación de la encía cercana al diente infectado.
- Supura pus.
- Genera mal aliento.
- Los dientes son más sensibles al calor y frío.
- Malestar general.
Absceso periodontal
La infección se genera por la entrada de cuerpos extraños en el surco gingival, por el uso inapropiado de aparatos de higiene bucal, por diabetes, por el uso prolongado de terapias microbianas puede generar resistencia y proliferen bacterias. Algunos síntomas son:
- Dolor intenso y pulsátil.
- Enrojecimiento y tumefacción local.
- El diente puede presentar movimiento.
- Exudado purulento.
- Puede llegar a cursar con ganglios inflamados.
Absceso periamigdalino
Es causado por la infección bacteriana de Streptococcus-beta hemolítico, en el espacio comprendido entre el cuello y las amígdalas.
Constituye una de las más frecuentes complicaciones de la faringoamigdalitis y los síntomas son:
- Fiebre.
- Odinofagia, dolor intenso al comer y beber.
- Voz apagada.
- Halitosis, mal olor.
- Adenopatía, inflamación de los ganglios linfáticos.
- Trismos, una contracción involuntaria de la mandíbula.
Absceso perianal
El absceso anal puede ser causados por una fisura en la zona que se infecta, por traumatismo, como consecuencia de glándulas obstruidas en la zona anal, por la enfermedad de Crohn (enfermedad intestinal) y la diverticulitis (inflamación del colon).
Los síntomas que se producen son:
- Inflamación alrededor del ano.
- Dolor pulsátil que incrementa al toser, sentarse, y evacuar.
- Supura pus.
- Puede ocasionar estreñimiento.
- Sensibilidad al tacto y endurecimiento de la zona.
Absceso hepático
Las causas más frecuentes son de dos tipos: amebianas y piógenas.
En el absceso amebiano la infección a menudo no es por una bacteria sino por una ameba conocida como Entamoeba histolytica.
En el absceso piógeno es frecuente enterobacterias, como la Escherichia coli y Klebsiella spp y algunas veces la Streptococcus spp.
Los síntomas en ambos tipos de abscesos son similares:
- Distensión abdominal.
- Dolor abdominal en el cuadrante superior derecho.
- Fiebre y escalofríos cuando la infección es bacteriana.
- Malestar general .
- Vómitos, cefaleas, prurito.
Absceso pulmonar
Es causado por bacterias y otros microorganismos. El agente patógeno infeccioso es llevado a los pulmones por aspiración, pero también puede llegar por sangre.
Los síntomas que se presentan son: pérdida de peso, tos con esputo, fiebre y sudoraciones nocturnas.
Para concluir, se debe mencionar que existen tantos abscesos como partes del cuerpo que puedan ser objeto de infección, entre ellos:
Tratamientos para un absceso
Los abscesos externos y pequeños pueden drenar de forma natural o reducirse y secarse sin ser tratados. En casa se puede ayudar a secarlos o reducirlos usando compresas calientes, pasta de aceite de ricino con cúrcuma y otras compresas naturales, aplicando en la zona durante varios días.
Si el absceso no se cura en 14 días, se debe consultar al médico para que realice el cultivo para identificar el agente infeccioso y posteriormente indicar el tratamiento con antibióticos e incluso proceder a drenar su contenido.
En el caso de una persona con condición especial: infante, un adulto mayor, una persona con sistema inmunológico deprimido, un paciente con tratamiento de quimioterapia, un diabético o que ha recibido trasplante de órgano, debe consultar inmediatamente al médico.
Hay casos en los que un absceso puede provocar problemas de salud complicados y graves, de allí la importancia del cuidado y la asistencia médica. Se han descrito complicaciones que incluyen sepsis, endocarditis, osteomielitis, gangrena, en todas ellas la vida está en riesgo.