Sin embargo, el significado no siempre es estrictamente el mismo. Por lo tanto, por ejemplo, una palabra con más de un significado (polisémica) puede tener un significado más amplio, que abarca diferentes dominios, contextos o registros, y cuyo significado total se complica con cada uno de los significados que componen la palabra. Por otro lado, cuando la palabra consiste en un solo significado (monosémica), se puede decir que el significado es, de hecho, el significado de la palabra.
Por ejemplo, la palabra «separarse» tiene quince significados que constituyen el significado total de la palabra, y pueden usarse en varias situaciones: dividir algo en partes, desglosar o deshacer, desmembrar o distribuirse, ponerse en camino con vehemencia de algo , entre otros significados.
Un significado, además, puede ser literal o figurativo. En un sentido literal, la palabra siempre expresará el significado en sí mismo de la palabra: «El muchacho rompió la pata de la silla». Mientras que, en sentido figurado, la palabra se usa como una imagen para ilustrar una situación específica: «El muchacho estalló en carcajadas cuando vio a su amigo caer de la silla».
Cuando hablamos, buscamos que quienes nos escuchen puedan entender lo que estamos diciendo; Por lo tanto, nos preocupamos por elegir palabras que sabemos que esa persona puede comprender.
Tomar en cuenta los modismos de un lugar o grupo social es fundamental para esto, porque una mujer de 80 años que vive de forma anticuada y tradicional no puede hablar con ella como si tuviéramos 25 años. Es esencial buscar palabras neutrales que permitan el enfoque generacional.
Además, saber qué significado se conoce de una palabra en particular en la región en la que hablamos puede ser fundamental para lograr una buena comunicación, especialmente si se tiene en cuenta que en países que comparten el mismo idioma, a menudo los usos de las palabras difieren leve o llanamente, según el caso.
Hay dos palabras que a veces se confunden y se usan indistintamente, cuando en realidad pueden significar en algunos casos cosas absolutamente opuestas; tal es el caso de la aceptación y la excepción.
El primero se refiere a los diferentes significados que una palabra podría tener. El segundo, por otro lado, indica lo que está excluido de algo; en el caso de las palabras, se refiere a aquellas que no se adhieren a la norma y que se desarrollan de manera diferente. Por ejemplo: «Aunque la mayoría de los nombres femeninos concluyen en a y masculino en o, hay muchas excepciones en esta regla ortográfica».
Podríamos decir entonces que la diferencia entre los dos radica en que acepción está más cerca de la aceptación y la normalidad y la excepción, a la exclusión y la anormalidad; Por lo tanto, es indispensable tener en cuenta la inmensa diferencia entre estos términos para evitar cometer errores al usar cada uno.
