Esto de aclamar, es algo tan antiguo como el mismo ser humano, ya que por ejemplo en la época de la antigua roma era costumbre que los emperadores, príncipes y capitanes, durante sus presentaciones fueran aclamados por la multitud, quien le demostraba sus felicitaciones y su emoción por haber realizado con valentía, algún hecho significativo.
Hoy en día es común aclamar y aplaudir, ya que es una práctica que se encuentra muy presente entre las personas, sobre todo cuando se está celebrando algo o participando de algo considerado como festivo. Por ejemplo es normal que en las fiestas de cumpleaños, en las graduaciones, etc. Se aclamen al cumpleañero o al recién graduado con aplausos, gritos, silbidos, etc. Cuando este hace acto de presencia o cuando sople las velitas del pastel.
En los ambientes deportivos, también se emplea el término aclamar, sobre todo cuando el equipo de su preferencia hace una anotación, o gana el partido; en este caso los fanáticos se vuelven locos de alegría y comienzan a gritar y ovacionar a su equipo.
En la política, también es común que se aclamen a los líderes de su preferencia, sobre todo sin son personas que han realizado un excelente labor para con su pueblo.