Uno de los conceptos más esenciales en la teoría del conocimiento es la actividad cognitiva que muestra que el ejercicio inmanente (la actividad comienza y termina en el sujeto de la acción) a través del cual la persona entiende información sobre el entorno que lo rodea.Sin embargo, debe señalarse que esta actividad cognitiva no solo puede referirse a un objeto externo sino también, a un fin interno, como lo muestra la reflexión sobre uno mismo y la búsqueda de la felicidad.
La actividad de cognoscitiva parte de la curiosidad sana del sujeto para hacer preguntas. Una acción de estas características tiene connotaciones específicas. Por ejemplo, la facultad intelectual es inmaterial. De la misma manera, el conocimiento se fusiona con el objeto en el ejercicio intelectual a través de la aprehensión de ese objeto.
El cerebro puede entrenarse y el entrenamiento nos protege contra el deterioro cognitivo. Se cree que la estimulación cerebral con actividad intelectual continua podría crear nuevas conexiones entre las neuronas y disminuir la muerte neuronal. Sin lugar a dudas, el ajedrez es un entrenamiento de habilidades tales como planificación, memoria, toma de decisiones y concentración. Varios estudios han demostrado que el ejercicio y la actividad cognitiva pueden retrasar la aparición de tales trastornos y funciones intelectuales. Su estimulación con el ajedrez impacta positivamente en las funciones de conocimiento a largo plazo y es indudablemente importante para evitar su deterioro.
Es muy importante mejorar la actividad cognitiva para lograr la sabiduría y también, para mejorar el bienestar personal ya que el conocimiento alimenta el espíritu.
