La administración se basa en una serie de elementos que son esenciales para su funcionamiento, primero está la figura del funcionario público, un profesional capacitado para la tarea asignada que es capaz de interpretar y razonar equitativamente con el poder que le otorga el cargo que tiene, los medios económicos, suficientes para pagar nóminas y cubrir gastos básicos y extracurriculares de administración y viáticos. Organización, por lo general jerárquica, diseñada para que a cada quien le corresponda una parte de la responsabilidad de la entidad. Un propósito, lo que por lo general vemos en los portales oficiales web de estas organizaciones como Misión, Función y Valores. Un claro apego al ordenamiento jurídico vigente.
La administración pública básicamente se divide en 4 varios tipos: la fiscal, es decir, la que se encarga de administrar la entrada de tributos por concepto del sistema de impuestos establecidos. La judicial, que administra la justicia y todo lo relacionado con los crímenes y la corrupción en el país. La administración ejecutiva, de donde emanan los decretos presidenciales y donde reposan los lineamientos con los que se rigen los ministerios y vicepresidencias. La administración del ornato público, que por lo general esta designada a alcaldías y gobernaciones, con la finalidad de que estas faciliten la llegada de recursos a las zonas que más necesitan y la administración ciudadana, que son estos organismos a los que van las personas a tramitar documentos de identificación entre otros.