Por supuesto que la ley asume como falta el deber marital la consumación de la infidelidad, tanto en la religión, en especial el cristianismo, aquel que sólo con la mente desea a la mujer o el hombre de su prójimo, sin haber cometido un acto carnal, también se está cometiendo un adulterio y son culpables tanto aquel como aquella que lo materializó. Inclusive, Dios, en uno de sus diez mandamientos que en una oportunidad le ordenó a Moisés cumplir y promover, colocó el no desear a la mujer del prójimo, con lo cual quedaron las bases para las futuras condena desde el punto de vista religioso.
El adulterio ha sido más castigado cuando de una mujer se trata, es la mujer la que lo provoca y aunque la ley no hace distinciones de sexos el caso igual es llevado a la justicia, para que el hombre sa tan castigado como la mujer, entorno a lo respecta en el ámbito social, sin embargo la mujer es la que siempre lleva las de perder y la que ha lo largo de la historia han sufrido más por cometer actos de adulterio.
Por otro lado, una de las principales causas de divorcio que existe en el mundo es el adulterio ya que las autoridades por supuesto lo han demostrado, la persona que lo denuncie dicho adulterio tendrá claramente el fallo a su favor y con la disolución inmediata de su unión conyugal. En aquellos casos en los que se pueda comprobar que el mismo fue llevado a cabo en el hogar marital o bien sea aquellos que mediante un escándalo fácil de comprobar a través de testigos, inmediatamente tendrá una respuesta positiva judicial en su favor.