Qué son los alimentos transgénicos
Los alimentos transgénicos, también llamados “alimentos genéticamente modificados”, son aquellos que han sido transformados en su composición o ADN con un propósito específico, incorporándoles genes de otras plantas o animales tomando solamente una cualidad que se desee colocar en el alimento que se está creando.
Éstos pueden presentar características muy evidentes que los diferencian de los cultivados orgánicamente, como por ejemplo, en su sabor, forma o tamaño. Sin embargo, en otros casos, la diferencia podría no notarse fácilmente, ya que dichos cambios están relacionados con el tiempo de descomposición de los mismos y no alteraría su morfología o características físicas.
La ciencia que ejecuta y crea este tipo de alimentos es la ingeniería genética, que utiliza la biotecnología (sistemas que enlazan la tecnología con organismos vivos) para este fin. En este campo, pueden no solamente modificarse los genes, sino también eliminarlos o duplicarlos.
Semillas transgénicas
Las semillas transgénicas son aquellas creadas en un laboratorio, allí se modifican para ser resistentes a diversos factores que podrían afectar el desarrollo de la planta. Gracias a este tipo de semillas, se pueden crear plantas resistentes a los insectos y herbicidas, lo que ha permitido que la lista de alimentos transgénicos se incremente en el mercado alimenticio.
Los genes externos que se injertan en ellas pueden provenir de otros reinos, como el caso del reino animal, lo que sería imposible que sucediera en la naturaleza. Un ejemplo de ello es el maíz transgénico al cual se le añaden genes de una bacteria.
Estas semillas son patentadas, y no resulta posible almacenarlas, por lo que deben comprarse todos los años con el precio actualizado al momento de adquirirlas y que por lo general, será más elevado que el año anterior.
Historia de los alimentos transgénicos
El mejoramiento de especies a través de su selección para ser consumidas, data de entre 12.000 y 4.000 años a.C., pues en esa época se seleccionaba de manera controlada las plantas.
Ya para los siglos XIX y XX, se lograron innumerables avances en la mejora de los alimentos a través de la manipulación genética. El primer cruce de plantas de géneros distintos se realizó en 1876, y más tarde en 1927, se irradiaron rayos X a semillas, las cuales produjeron alimentos mutantes.
En los años 80, la empresa de biotecnología Monsanto, creó la primera planta modificada, y más tarde en la década de los 90, se comercializaría el primer alimento transgénico por parte de Calgene: el tomate Flavr Savr; de igual manera aparecieron una gran cantidad de cereales y otros productos genéticamente modificados.
Ya en el siglo XXI, el cultivo de productos transgénicos se ha expandido por 28 países, alcanzando los 181,5 millones de hectáreas, teniendo gran presencia principalmente en Estados Unidos, Argentina, Canadá y China.
Este tipo de actividades ha generado gran controversia entre los grupos ambientalistas, pues se desconocen muchos efectos que estos alimentos pudiesen tener para la salud del ser humano, así como el impacto que pudiese generar en el medioambiente.
Ventajas y desventajas de los alimentos transgénicos
En la actualidad, es muy probable que se haya consumido algún alimento cuyos genes hayan sido alterados con algún propósito específico, sin tener conciencia de ello. Lo cierto es que existen pros y contras en cuanto a su consumo y su cultivo.
Ventajas de los alimentos transgénicos
Entre los beneficios de los alimentos transgénicos pueden mencionarse:
- Mejoras en el sabor, apariencia y nutrientes de los alimentos. Estos últimos pueden ser proteínas en contra de la malnutrición o enfermedades.
- Plantas que presentan mejor resistencia ante climas extremos, sequías, plagas y virus, por lo que no resulta necesaria la utilización de grandes cantidades de pesticidas, fertilizantes o agua.
- En algunos casos, se incrementa el tamaño de dichos alimentos y su cosecha, también se prolonga su tiempo de duración sin descomponerse y su periodo de producción disminuye, lo cual genera un mayor suministro de los mismos a un menor costo y en un menor periodo de tiempo.
- Pueden crearse alimentos con características medicinales más efectivas, los cuales pueden utilizarse como vacunas.
- Son alimentos que son asiduamente analizados y controlados durante sus procesos de producción.
Desventajas de los alimentos transgénicos
Este tipo de alimentos genera una gran incertidumbre en muchas personas y en sus detractores, ya que en muchos casos, no se conocen con exactitud qué posibles efectos puede tener el consumo de los mismos a mediano y largo plazo.
A continuación se mencionan los siguientes alimentos transgénicos consecuencias:
- La combinación, alteración y duplicación de genes, puede generar resistencia de las bacterias a los antibióticos, alergias, toxicidades y cambios genéticos.
- Hongos, hierbas y virus, pueden transformarse en otras especies desconocidas para su propia protección. Tal es el caso de la aparición de las llamadas súper malas hierbas, a las cuales accidentalmente se le han transferido los genes de resistencia a herbicidas de algunas plantaciones.
- De acuerdo al grupo ambientalista Greenpeace, un estudio determinó que la reproducción de las ratas que eran alimentadas con estos productos disminuyó, por lo que se sospecha que afecta la fertilidad.
- Los agricultores pequeños se ven afectados por la comercialización de éstos, ya que la patente de las semillas la tienen las multinacionales, quienes controlan los precios, por lo que les resulta poco rentable la cosecha.
- Al ser ensayos que se realizan en la intemperie, el polen transgénico puede contaminar cultivos aledaños al campo experimental, sin haber sido comprobados todos los efectos que el producto pudiese tener.
Ejemplos de los alimentos transgénicos
Existe en el mercado de muchos países en el mundo una variedad importante de los mismos. A continuación se mencionan 10 alimentos transgénicos:
1. El maíz o elote: A este alimento se le injertan genes de la bacteria “Bacillus Thuringiensis”, cuyo objetivo es servir de pesticida natural, ya que expide una toxina que afecta a las larvas de variados insectos y crea resistencia al glifosato (pesticida). Sus granos será más brillantes y de un color anaranjado.
2. La soja: Se le injertan genes que les brindan resistencia a herbicidas, de igual forma que con el azúcar y la alfalfa.
3. Patatas o papas: Se le añade una copia antagónica de la enzima del almidón que anula a éste último, para evitar que se oxiden más rápidamente.
4. Tomates: Se le inhibe uno de sus genes para que su periodo de descomposición sea más prolongado. Existe otra versión transgénica, que es el tomate negro, cuyo color se debe a la antiocina (pigmento de las bayas), y su sabor es más apetitoso.
5. Cebolla EverMild: Es un tipo de cebolla transgénica a la cual se le injertan genes de otras plantas para que ésta obtenga un sabor más suave y no irrite los ojos.
6. Arroz: Se le añaden tres genes de otras especies para que contenga más vitamina A.
7. Trigo: La adición de otros genes se le realiza para que obtenga mayor resistencia a las sequías, al igual que el caso del girasol.
8. Uvas: Al agregar otros genes, se hace más resistente a la descomposición y se logran eliminar las semillas de su interior. Esta última cualidad se logró también en algunos tipos de sandías.
9. Carnes: Su modificación produce el aumento de tamaño y peso del ganado y, al mismo tiempo, acelerar su crecimiento.
10. Leche: Las vacas reciben una hormona para acelerar la producción de leche.
Existen otros productos cuya fabricación es artificial al realizar compuestos, como el aspartame, que es un sustituyente del azúcar, el cual se ha demostrado tener altos niveles de toxicidad, por lo que ha sido prohibido en muchos países.