Los seres humano desde la infancia comienzan a tener ambiciones, por ejemplo sacar buenas notas en el colegio, ser aceptado en el equipo de béisbol, o ser la mejor bailarina en la escuela de danzas, etc. y a medida que va creciendo, las ambiciones van cambiando; cuando se es un joven adulto lo principal es graduarse de la universidad, conseguir un buen empleo, casarse con la persona que deseas, comprar la casa de sus sueños, entre muchas otras cosas, cada individuo presenta ambiciones diferentes.
Existen ambiciones que no son tan básicas, es decir, pueden ser un poco superficiales como por ejemplo salir de viajes, a conocer, a disfrutar, ganarse el premio mayor de la lotería, etc. Pueden considerarse superficiales pero igualmente no dejan de ser ambiciones. La ambición en sí no es mala, simplemente depende de cómo la persona la maneje, lo podrá hacer de manera positiva, si logra cada meta con esfuerzo, sin perjudicar a nadie, ahora bien si para lograr las metas daña o hace infeliz a otra persona entonces la ambición se considerara negativa y se vinculara con el termino codicia, que en la religión cristiana representa uno de los siete pecados capitales. La persona con ambición negativa o codicia, no le importara cometer hechos ilícitos si con ello puede lograr lo que se propone.
Existen las ambiciones colectivas, por ejemplo, una de las ambiciones de los grupos ecologistas es lograr que el mundo tome conciencia de los daños que le están haciendo al planeta por medio de la contaminación, por lo que ellos unen esfuerzos en pro de lograr esa meta, otra meta sería la de descontaminar las aguas, los suelos, etc. Para lograr todo esto, es necesario que trabajen, que luchen y nunca darse por vencido. Ahora bien, cuando una persona no tiene ningún tipo de ambición sino que simplemente se conforma con lo que tiene y no aspira a nada más, es a los que los ambiciosos llaman conformistas, sin embargo, es importante decir que cada quien está en su derecho de tomar la actitud que más le guste y por lo tanto no debería ser objeto de críticas.