La palabra ambulatorio se usa en medicina para referirse tanto a un nivel de atención primaria de salud como a la naturaleza de un procedimiento que no requiere que el paciente permanezca hospitalizado o confinado para llevarlo a cabo.
El uso más común del término tiene su aplicación en el campo de la medicina y la salud, por nombrar el tratamiento o enfermedad que no requiere estar en la cama (y, por lo tanto, le permite al paciente seguir caminando).
En un sentido similar, el tratamiento ambulatorio no requiere admisión. El paciente puede ir al centro de salud, llevar a cabo la sesión de tratamiento correspondiente y regresar a casa. Otra opción es que el médico vaya a su casa para llevar a cabo los chequeos necesarios, que solo se realizan en medicina privada o en casos muy específicos.
Una de las ventajas de los tratamientos ambulatorios es que no requieren que los pacientes cambien su entorno, lo que les permite continuar con el cumplimiento normal de su trabajo, actividades académicas y sociales. Aunque no todos los trastornos se pueden superar de esta manera, los centros médicos generalmente evitan la hospitalización siempre que sea posible.
Cirugía ambulatoria, en este servicio, el paciente es operado y el mismo día se da de alta. Tiene la ventaja de recuperarse en un ambiente cómodo y familiar ya que es su hogar. Cabe señalar que las cirugías realizadas son menores, por así decirlo, ya que una cirugía mayor como la amputación de una pierna requiere atención hospitalaria.
Hoy en día también es posible que después de procedimientos de tratamiento como algunas cirugías y después de un corto período de observación y recuperación de la anestesia el paciente pueda ser dado de alta el mismo día, esto ha sido posible mediante el desarrollo de técnicas de cirugía laparoscópica en las que mediante incisiones mínimas y soporte con equipos de video y fibra óptica, como mínimo en procedimientos pasivos, como en el caso de artroscopias de varias articulaciones, cirugía ginecológica para esterilización, resección de quistes y fibromas, así como tratamiento de endometriosis; la cirugía abdominal también se beneficia de estos procedimientos, especialmente en el caso de la cirugía de la vesícula biliar o la colecistectomía, así como en el tratamiento de la apendicitis con apendicectomía.