La anestesia es un sedante que ayuda al paciente a que se relaje, y se duerma ante el dolor que es causado por alguna lesión, enfermedad u operación, ella actúa directamente en el sistema nervioso del organismo, que recorre la médula espinal, el cerebro, la columna vertebral extendiéndose por todas las ramificaciones que llegan a cada uno de los órganos del cuerpo, como solo a partes definidas dependiente del tipo de anestesia que es administrada.
Los tipos de anestesias son: La anestesia local, es un anestésico que puede ser aplicada por medio de una inyección, por una pomada, ungüento o gel, en aerosol o spray que solo adormece una zona determinada y específica del cuerpo del paciente, como por ejemplo una mano, parte del muslo, un pie o la piel que se tenga que trabajar en una cirugía menor. El paciente se encuentran en estado de alerta, despierto o en su defecto solo con una sedación media, si el paciente presenta nerviosismo o inquietud y también si el procedimiento lo amerita, es de poca duración por eso es muy utilizada en tratamientos ambulatorios como las extracciones de dientes o muelas cordales, manteniendo la zona adormecida durante y después para minimizar los malestares.
La anestesia regional, es el anestésico que se inyecta y adormece los nervios abarcando una gran parte del cuerpo del paciente, como los casos de las cesáreas, que la paciente está adormecida de la cintura para abajo, esto se le conoce como la epidural, que se les administra a las mujeres en partos normales, haciendo que la paciente esté más cómoda en el procedimiento quirúrgico y después de éste, evitando los dolores o que sean de menor grado, esta anestesia regional en algunos procedimientos es combinada con la anestesia general.
El propósito de la anestesia regional es dejar al paciente completamente dormido e inconsciente, manteniendo este estado antes, durante y poco después de una cirugía, con un monitoreo constante para evitar complicaciones donde el anestesista, sigue administrando medicamentos de manera más fácil y correctamente, haciendo que el paciente no recuerde ni sienta dolor por la intervención quirúrgica, se administra por vía intravenosa, es decir, introducen una aguja en la vena mayormente en el brazo, o con la inhalación de gases o vapores por medio de una máscara o conectado a un tubo de respiración introducido por la boca y la garganta.