El ser humano está inmerso en el cumplimiento de nuevos objetivos de manera frecuente ya que un deseo es seguido por otro. Nuestra voluntad es ansiar, de hecho, gracias a estos nuevos deseos del corazón podemos continuar creciendo como personas y agregando nuevas experiencias a nuestras vidas. No todos los deseos se desean con la misma fuerza, hay algunos que brotan con gran poder en el corazón.
Deseos y esperanzas, este tipo de desafío muestra la importancia de la perseverancia ya que hay momentos en que el plan A no funciona y es esencial establecer el plan B. Este tipo de propósito también enfoca la atención personal de una manera notable, por lo tanto, la persona tiene que seleccionar muy bien qué deseos realmente quieren establecer y un orden de prioridades objetivas en sus vidas. Las personas pueden querer objetos materiales, por ejemplo, una persona puede querer comprar un automóvil nuevo, pero también puede desear deseos emocionales.
Una persona enamorada está más que ansiosa por ser correspondida por otra persona. Muchas parejas quieren tener un hijo y formar una familia. Las parejas quieren ser felices en su vida juntos. Una persona que quiere conocer nuevos amigos, tener una agenda social y participar en actividades dinámicas. Las personas que se sienten desanimadas y tristes anhelan alegría en sus vidas.
Los seres humanos son complejos y las personas también pueden desear un bien que no nos conviene. Por ejemplo, la gente tiene que hacer un gran esfuerzo para superar un amor no correspondido y olvidarse de esa persona especial. Hay deseos que pueden convertirse en una carga, sueños que se convierten en pesadillas. En resumen, sueños que tienen una fecha de vencimiento y deben buscar nuevas metas.