Apolo fue un desencadenante de la ira de Hera, ya que cuando ésta se entera de su existencia, trata de impedir a toda costa que Apolo naciera, cuenta la leyenda que solo cuatro días después de su nacimiento, él peleó contra un dragón, el cual había sido enviado por Hera para acabar con su madre Leto, batalla de la cual saldría victorioso, razón por la cual el dios Hefesto le obsequiara un arco y flecha que lo acompañarían siempre.
Se dice que debido a que Hera estaba dispuesta a impedir a toda costa el nacimiento de Apolo, los demás dioses tenían miedo de acoger a Leto en sus moradas, ya que pensaban que Hera arremetería contra ellos, fue por ello que Leto se trasladó hacia la isla Ortigia, en donde apostada en el tronco del único árbol de la isla, aguardó durante más de una semana por el nacimiento de sus mellizos, debido a que Hera tenía cautiva a la diosa Ilitia (encargada de asistir los partos de los dioses). A pesar de que muchos dioses intentaron ayudar solo la diosa Iris lograría convencer a Hera regalándole un collar, de que liberara a Ilitia, gracias a ellos pudo prestar asistencia a Leto, naciendo primero artemisa y finalmente Apolo.
El dios apolo ha sido relacionado en muchas ocasiones con los oráculos, debido a que como él es el dios de la curación, requería de la ayuda de los oráculos con el fin de saber sobre una enfermedad. Las ciudades de Delos y Delfos fueron peculiarmente importantes en la adoración de apolo, sin embargo su culto se extendió en muchas más regiones. Además de ello se cree que este dios, tuvo intervención en lo que fue la conquista de varias ciudades, además de que se cree que ayudó a los cretenses en la fundación de Troya.