Apologías que demuestran el amor, pueden ser en forma de prosa, cuando él o la enamorada declaran sus sentimientos en público no solo demostrando afectos sino detalles particulares del porqué de la decisión. Las apologías publicitarias por su parte llevan consigo un sistema que pretende al espectador a que compre o adquiera un producto o servicio haciendo reverencia, mucha veces sin respuesta del objeto en cuestión. La alabanza por una idea en público es claramente una apología, sin embargo este tipo de peregrinaje puede ser bueno y malo.
La publicación de esta manera de las ideas que se tengan de una manifestación, política, económica, cultural o social están sujetas a los lineamientos preestablecidos por la sociedad en cuanto a formas de comportamiento y leyes en función dentro del núcleo social.
Si una persona hace apología de un partido político en una plaza de la ciudad, se atiene a que los espectadores aprueben o rechacen su manifiesto, todo depende de la forma en la que alabe lo que defiende.
