Los arcángeles están, al igual que los ángeles, relacionados con las tareas dedicadas a la humanidad. Estos se encargarían de entregar mensajes y velar por el bienestar de los humanos en los aspectos esenciales de su vida. En los textos bíblicos, se mencionan a una serie de exponentes para este grupo, tales como: Miguel, el jefe del ejército celestial; Gabriel, el mensajero celestial; Rafael, quien cuida las relaciones amorosas, la salud y a los viajeros; Uriel, unido a la administración de los espacios dedicados a Dios; Raguel, quien trata con asuntos como la justicia, la imparcialidad y la armonía; Sariel, ser que vela por las almas de aquellos hombres que han cometido pecado; además, se encuentra Remiel, encargado de las personas que han resucitado.
En aquellas religiones que se rigen por las doctrinas enfocadas en el cristianismo, no todos los anteriormente mencionados como arcángeles son aceptados, puesto que, en algunas ocasiones, son dispuestos en otras posiciones dentro de la jerarquía angelical, ya sea más baja o superior. Algunas aceptan hasta tres de ellos, mientras que otras deciden optar sólo por el arcángel Gabriel.