Entre los síntomas más usuales de la astenia están: Mucho agotamiento, sensación de falta de energía y fatiga, complicación de funciones intelectuales como memoria, atención, concentración y vigilancia, alteración de la percepción del mundo exterior, ansiedad, trastornos de la personalidad, alteración de la sexualidad funciones, disminución del deseo sexual y disfunción eréctil y trastornos físicos tales como: pérdida de apetito, fatiga muscular y trastornos del sueño.
Las condiciones cardíacas y oncológicas, el embarazo, la dependencia de alcohol y drogas, la depresión y el maltrato suelen desencadenar astenia.
Es importante señalar que los síntomas también dependen de la condición subyacente y otros síntomas asociados con astenia. Los signos y síntomas de la astenia que afectan a una parte del cuerpo común incluyen los siguientes:
- Movimiento lento o un movimiento retardado en el desempeño de una tarea.
- Los episodios de temblores o sacudidas al realizar una tarea o hacer un esfuerzo.
- Presentación de espasmos musculares.
- También se pueden experimentar calambres musculares.
Los signos y síntomas de astenia afectan a todo el cuerpo son los siguientes:
- Ejecutar para una sensación comparable a los síntomas de la gripe.
- La fiebre también se puede experimentar dependiendo de la causa de la astenia.
- Cansancio.
- Pérdida o falta de energía.
- Malestar físico.
- Ausencia o pérdida de fuerza muscular.
- Incapacidad para completar una tarea o moverse.
- Cámara lenta.
- Sensación de malestar.
La astenia también puede estar asociada con otros síntomas que son muy peligrosos para la vida y por lo tanto requieren atención médica inmediata y tales incluyen los siguientes:
- Cambio de estado mental o confusión.
- Dificultad para hablar o dificultad para hablar.
- Cambio súbito de la visión.
- Dolor insoportable.
- Pérdida repentina de la conciencia.
Aunque no hay un solo tratamiento para curar la astenia, hay algunos consejos que pueden aliviar los síntomas e incluso evitar que se produzcan, incluyendo: llevar una vida sana, incluyendo ejercicio, comer a las horas prescritas y alimentos saludables (cereales, frutas y verduras), evitando el consumo de grasas en exceso y manteniendo el cuerpo siempre muy bien hidratado.