Dentro de una compañía, de igual forma, existe un cliente interno. La finalidad de este es la de tratar de satisfacer a los clientes externos; su función dentro de la empresa, sin embargo, es la de recibir los productos en cierta etapa del proceso de manufacturación, para realizar su propio proceso, entregando, después, el resultado a otro trabajador, quien continuará con la línea de producción. Para que este proceso se de en armonía, es necesario capacitar al personal para atender las necesidades del cliente interno, quien, a fin de cuentas, será el que se encargue de establecer a qué público será dirigido el producto.
En el campo del mercadeo, el servicio al cliente es indispensable para lograr entablar nuevos negocios, que se mantengan a largo plazo. El comprender al cliente, promocionar su producto y coordinar al personal para que logren dar con una campaña favorable, es su tarea fundamental. Además de esta unidad, también puede encontrarse el servicio prestado, aquel destinado a resolver las dudas, conflictos, problemas técnicos, reclamos o garantías de los clientes externos.