La disección consiste en abrir el cuerpo con utensilios forenses a fin de determinar más detenidamente como fue el proceso de muerte en el cadáver, un ejemplo: El cadáver presenta un impacto de bala en el costado derecho, realizado con un ángulo especifico, el cual atravesó las costillas y posteriormente ataco la periferia del pulmón derecho, de esta manera se puede determinar que debido a una falla del sistema respiratorio de la persona, se procedió a la muerte. También conocida como Necropsia, la Autopsia nos muestra en su etimología («Autós» que quiere decir uno mismo o «Cuerpo» y «Opsis» de «Observar«) nos da a entender que se trata de un estudio de observación básicamente. Los griegos han sido los primeros en documentar un estudio de cadáveres en la historia. Primordialmente existen dos tipos de autopsia, la primera es la forense, como se explicó antes, es la realizada con el fin de terminar en una escena del crimen como fue la muerte de una víctima.
La segunda y más importante que la primera a nivel académico es la autopsia clínica, la misma se realiza en los principales hospitales universitarios, en estos se estudia a profundidad la muerte de un paciente con alguna enfermedad, estas elaboradas autopsias, dividen por completo el cuerpo en cada parte posiblemente afectada por una bacteria o mal y los estudian con detenimiento, haciendo hincapié en las reacciones que tuvo el paciente a los medicamentos que se le administraron o los tratamientos que recibió tanto físicos como químicos. Estos estudios son trascendentales para la evolución de la medicina en el mundo.