Para entender un poco de donde proviene esta palabra y de donde surge su aparición académica como una necesidad para el futuro profesional, hay que remontar unos cuantos siglos atrás, en los grupos de estudios del clero que en sus monasterios se preparaba para los debates con demás sectas religiosas que existían en la edad media. También durante ese tiempo hubo otros cleros como el secular, que eran sencillamente los que administraban los bienes de la iglesia y que hasta el siglo XI no tenían una enseñanza propia, por lo que sus conocimientos eran muy básicos. Por lo que los obispos se vieron en la necesidad de crear escuelas episcopales donde no solo salían como teólogos sino que también estudiaban ciencia y arte. Años después en esos mismos centros de estudio se empezó a implementar el Trívium y el Quadrivium, métodos de enseñanza que se consideran como indispensables, dado que aprendían un oficio del cual habría que vivir.
Con respecto al programa de enseñanza Quadrivium, era un sistema muy completo que comprendía las materias de: música, geometría y astronomía. A finales del siglo XVII, el Papa Inocencio III dio la orden para que se crearan los estudios generales que al tiempo tomó el nombre de universidades. En la historia al menos un tercio de los estudiantes que entraban al bachillerato no tienen claro que estudiar y es natural tener la certeza de saber qué es lo que se quiere, por lo que el bachillerato es fundamental para definir tu vocación.