Las ventajas de un banco de semillas para la conservación de especies es sin duda alguna que ocupan muy poco espacio, frente a la zona que se necesitaría para su conservación en forma de plantas vivas. Cada una de la semilla tiene una formación genética distinta y por tal motivo una sola muestra de semillas puede guardar la diversidad y la extensión de la pertenencia genética de cada especie.
La mayor parte de las semillas no son provechosas, o han sido desterradas de su ecosistema por la efusión y contaminación o bien sea por la desaparición de ellas. Aunque tenemos que agradecer a la diversidad que la tierra y al ser humano, que hayan avanzado hasta su estado actual, gracias a eso, el planeta es un nicho de vida.
Los bancos de semillas nos certifican contar con una biodiversidad bastante, para afrontar un porvenir que no conocemos, sin embargo, lo deducimos. Las ventajas que tenemos de poseer bancos de semillas es que podemos mantener la variedad de especies de plantas para el cultivo, además de brindar diversidad genética para lograr el desarrollo de otras especies y poder reponer las semillas que sean necesarias si las mismas son pérdidas durante la siembra causa de un desastre natural. Estos bancos de semillas son el seguro para el porvenir de la agricultura.
Existen dos clases de bancos de semillas el transitorio y el persistente, el transitorio se refiere a las semillas sembradas a unos 5 centrómero de la superficie y estas brotan en un lapso menor a un año. Los bancos persistentes son sembrados más profundos a más de los 5 centímetros que son enterrados los transitorios, estas se mantienen allí por muchos años sin originar nuevas plántulas.