El organismo encargado de estudiar y analizar cada uno de los milagros, virtudes heroicas y martirios es el Vaticano, además este es el que propone las diferentes figuras de santidad para que así el Sumo Pontífice arranque a ejecutar las beatificaciones, es la denominada Congregación para las Causas de los Santos. La sentencia de la beatificación no es algo definitivo que se realiza antes de la canonización; debido a que la beatificación es el permiso para rendirle cierto tributo o culto público a una entidad con ciertas limitaciones, por su parte la canonización permite la veneración de forma universal a un personaje en particular que con esto se le denomina santo.
El proceso de beatificación solo puede brindárseles a aquellas personas que hayan muerto con una fama de santidad, que sea constante, que existan pruebas y que esto sea divulgado en distintos lugares y territorios. La beatificación puede otorgarse por dos vías, que puede ser por gozar de ciertas virtudes cristianas heroicas, o de martirio, es decir que sufrió por su fe.