Es muy común que se les asocie con una época de gran relevancia histórica como lo es la Edad Media, sin embargo su origen se remonta desde mucho antes y se mantuvo mucho tiempo después. Con respecto a su vestimenta, solían utilizar ropa un tanto peculiar, con el fin de resaltar sobre los demás y de esa forma poder atraer la atención de ellos, la variedad de colores era algo muy común, con el uso de sombreros que tenían varias puntas y de gran tamaño, en sus ropas tenían adheridas pequeñas campanas, zapatos de gran tamaño y con la cara maquillada con el propósito de resaltar las facciones del rostro para hacerlas más extrañas a la vista.
A pesar de que estos individuos se mantenían en constante relación con las personas de la alta sociedad de la época, éstos no poseían riqueza ni poder alguno, su forma de vida podría describirse como pobre, ya que en muchos casos carecían de las condiciones básicas para poder vivir, por lo tanto los bufones podrían ser considerado como un sirviente más.
En el ámbito de las artes dramáticas el bufón es un personaje que siempre aparece en este contexto, siendo representado como un personaje de actitud alocada. Una de las representaciones más recordadas de un bufón es la realizada por William Shakespeare descritos en su obra “El rey Lear” en donde un bufón sobrepasa sus límites dramáticos y sus relatos y ocurrencias descubren la verdadera razón de los acontecimientos.