Por lo general este tipo de edificaciones se fabrican con materiales muy resistentes. normalmente, se encuentran establecidos en lugares subterráneos u ocultos para de esa manera minimizar la posibilidad de impacto de las bombas.
A lo largo de la historia este tipo de fortificaciones ha sido de las más empleadas en el ámbito de la guerra, y entre esas muchas, hay algunas que sobresalen por su importancia histórica, ejemplo de ello es la de Führerbunker, que se situó bajo la ciudad de Berlín y que tenía como objetivo proteger a los altos mandos del gobierno y ejército nazi durante los enfrentamientos de la II Guerra Mundial.
Cabe acotar que los búnkeres tienen un uso casi exclusivo en el ámbito militar, sin embargo, existen ocasiones donde se emplean en el ámbito civil o mixto. Por esa razón los búnkeres se clasifican en distintos tipos, entre los más conocidos se pueden mencionar los siguientes:
Trinchera: este es un tipo de estructura de pequeñas dimensiones, fabricada por lo general de hormigón techada, parcialmente enterrada en la tierra, y que por lo general forma parte de un sistema de trincheras. Este tipo de fortificaciones ofrecen mejor protección a los soldados que la trinchera abierta y sumado a ellos incluye protección contra ataques aéreos sin mencionar que son de gran ayuda para proteger a los soldados ante el clima.
Fortín: se caracterizan por ser excavados en puestos de guardia, éstos cuentan con espacios de hormigón a través de los cuales los soldados pueden disparar las armas de fuego.
