La causa por la cual suele deberse la aparición de los callos es a causa de fricción constante o fuertes presiones en regiones determinadas del cuerpo. A causa de las fuertes presiones la piel muere formando un tejido duro, que en este caso es el callo, por su parte los callos blando se forman de la misma forma que los callos duros con la única diferencia es que el sudor al entrar en contacto constante con la región afectada el tejido se suele ablandar, por lo general las zonas en donde eso suele ocurrir es entre los dedos de las manos y pies. Otra causa muy común es la manipulación frecuente de algún elemento que requiera el uso de presión con las manos, un ejemplo de ello es el uso del martillo, por su parte en los pies se suelen formar por las presiones provocadas por el uso de un calzado no adecuado a la persona o también por el desuso de los mismos.
Las principales características de los callos son la piel reseca y bastante dura, puede tornarse de un color amarillento, con poca sensibilidad si se le toca en comparación con otras zonas, sin embargo puede provocar dolor al usar zapatos, incluso puede que impida que los pies quepan en el calzado.
Estos cúmulos de piel muerta generalmente no necesitan de algún tratamiento, sin embargo si causan dolor se pueden disminuir al usar calzados que sean un poco anchos, con la punta bastante profunda, ya que esto puede evitar que los dedos de los pies se rocen unos con otros, utilizar protección especial como separadores para los dedos, almohadillas y fundas para evitar la fricción.