Un ejemplo de para facilitar la compresión de este concepto se puede referir la formación de oxido, este compuesto químico no es más que la unión entre el hierro y el oxigeno, entre los tipos de cambios químicos se destacan:
- Combustión: es la interacción entre el oxigeno y cualquier combustible (sustancia que pueden dar combustión con solo un calentamiento previo), que da lugar a una transformación de la estructura de la materia generando a su vez luz y calor, para lograr la combustión se necesita que interactúen tres factores importantes tales como, el combustible (material que se incendia), temperatura de inflamación (el mínimo de temperatura necesario para iniciar la combustión) y el comburente (material que inicia la combustión).
- Fermentación: a diferencia de la combustión es un proceso que se da en propiedades anaeróbicas (sin la presencia de oxigeno) dando como resultado un compuesto orgánico diferente al inicial; al tener la característica de anaeróbico no trabajan organelas de las células como la mitocondria, ni se sigue el ciclo respiratorio o el ciclo de krebs en caso de que estemos hablando de la fermentación láctica proceso que cursa a nivel de la contracción muscular; este cambio químico en la mayoría de las ocasiones es producido por microorganismos como bacterias y hongos.
Los cambios químicos en la materia en algunas ocasiones pueden identificarse con solo utilizar la observación, ya que estos cambios generan a su vez cambios físicos en la materia como cambios de color o de olor, no siempre los cambios químicos son dados al mismo intervalos de tiempo, la descomposición y recomposición de la materia en algunas ocasiones ocurren de manera lenta, como por ejemplo la oxidación de un material de hierro, así como también la alteración de la estructura química puede suceder con un menos uso del tiempo, como por ejemplo la combustión de un papel.