El canecillo también es conocido como modillón, considerado un elemento que sirven para la construcción, particulares en el arte románico, siendo resistentes en piezas rocosas situadas en la parte de arriba del muro, sobresaliendo del mismo y apoyando los aleros del tejado. En Asturias, el canecillo es un elemento que se encuentra presente en casi todos los monumentos arquitectónicos de la región asturiana, con diseños muy variados, el canecillo más usual es el simple, ya que está desprovisto de cualquier adorno o decorado, de aspecto recto. Sin embargo, se utilizan también aquellos con abundantes ornamentos de variadas formas, con aspectos vegetales, simbólicos o muy recargados, con diseños de siluetas humanas y preciso significado. Aunque los canecillos no logren obtener el interés que realmente se merecen debido a su poca superficie y finalidad, están en la capacidad de brindar importantes propiedades desde una perspectiva escultural, destacándose por su riqueza de variedad o repertorio, localizados en los templos de San Pedro de Teverga, San Esteban de Aramil, entre otros.
Es importante resaltar la importancia de colocar de forma correcta los canecillos en la construcciones ya que ellos son capaces de aguantar una increíble cantidad de peso, igualmente ejercen otra función que quizás puede pasar desapercibida, y es que su diseño brinda condiciones antisísmicas a la estructura.