Aunque en la literatura en su gran variedad como en la ciencia ficción o contemporánea, se pueden encontrar escritos y novelas que no los poseen, porque son de un tema continuo. Los capítulos en muchas ocasiones son utilizados para dar mayor enfoque y hacer referencias a los temas, simplificando las consultas, dividiéndose en secciones encontradas al principio en los índices de cada libro o texto.
La biblia está compuesta por una variedad de libros, que a su vez poseen capítulos con sus propios títulos para referirse y posicionar al lector en estado de ánimo de lo ocurrido o para enfatizar más el estado de quien lo escribió, como por ejemplo la carta de Los Efesios, El Cantar de los Cantares o Los Salmos que son súplicas y alabanzas al creador, evocando las diferentes situaciones, estos capítulos son divididos en versículos que están enumerados y que es donde se puede leer el contenido específico o aplicar un devocional con solo unas cuantas citas como método de estudio.
La palabra en sí encierra diferentes derivaciones, como en la botánica que es cuando un conjunto de flores sencillas y comunes nacen juntas y aglomeradas, es decir en agrupaciones muy unidas en un receptáculo en común, haciendo una inflorescencia dando la impresión que es una sola flor; como ejemplo de una inflorescencia simple está la espiga de un trigo o la flor de la alcachofa.
En el lenguaje escrito y hablado se utiliza como expresión, ya sea porque el tema sea de mayor importancia que requiera una especial atención porque merece un desarrollo más extenso, a su vez, si una persona se le exige que dé cuenta del porqué de su proceder, a esto se le dice llamar a capítulo.