Encontramos 3 tipos de cartogramas principales, los cuales cada un se diferencian entre sí por la forma que tienen de mostrar los objetos, sus zonas y las unidades numéricas en sus distancias, estos son los cartogramas de continuidad, los cartogramas sin continuidad y los cartogramas de Dorling. Los que poseen continuidad son los que hacen que el mapa parezca más real, por la forma que en sus unidades internas son más cercanas en sus linderos, así mantienen una relación entre los límites y las fronteras de estos, pero que en su parte interna se pueda llegar a distorsionar haciendo que sea poco reconocible sus divisiones.
Los que no poseen una continuidad no mantienen una conexión de sus elementos cercanos, diferenciándose porque pueden crecer o disminuir su tamaño, pero aun así mantienen su forma, una característica que resalta es que hace que sean de fácil construcción ya que preservan sus formas geométricas de los objetos o elementos, aun así no mantienen la naturaleza de la forma continua del espacio geográfico haciendo que sea muy difícil que se mantenga completo para una área de estudio.
Los cartogramas de Dorling no mantienen las formas convencionales ni de adentro ni de afuera, con sus linderos de los objetos o elementos, éste no se agranda ni se encoge como en los casos anteriores sino que emplaza las formas geométricas en bases a meros círculos uniformes, que el tamaño a la proporción del mismo representa el valor numérico que representa la zona o área. La comunicación cartográfica es impactante aún siendo dificultosa, ya que el lector debe tener un amplio conocimiento del área representada, pero aun así no deja de ser un excelente modo de distribución geográfica real.
