Por lo general la caspa se presenta con mayor frecuencia en personas con un cuero cabelludo y cabello grasosos, sobre todo si dichas personas no utilizan champú o productos cosméticos que estén especialmente adaptados a su tipo de piel. Por lo tanto, las grasas presentes en dicha zona favorecen el crecimiento del hongo y hacen que las escamas se adhieren al cabello o a la ropa lo que la hace mucho más evidente para el resto de las personas.
Esta afección puede causar estragos también en las orejas. En algunos casos puede ir acompañada por un enrojecimiento de la piel, escozor, ardor o dolor. Por su parte las escamas pueden agruparse formando costras. Mientras que el medio más efectivo para mantenerla controlada y combatirla es mediante el lavado del cabello y cuero cabelludo utilizando champú a base de sustancias antimicóticas como por ejemplo el ketoconazol o compuestos como el sulfuro de selenio, dichos elementos tienen la capacidad de erradicar el hongo causante de la caspa erradicando el problema en su totalidad, por lo que los expertos recomiendan que sean aplicadas en la zona afectada de una a dos veces por semana.
Es importante señalar que existe la posibilidad de que la caspa reaparezca una vez erradicada presentándose en forma de ciclos, es por ello que lo más recomendable es tomar medidas preventivas para de esa forma mantenerla a raya, algunos ejemplos de cómo prevenir esto es lavando de forma regular del cabello con productos anticaspa y tomar medidas para disminuir la producción de grasa en el cuero cabelludo.