Una circunstancia también se puede clasificar en diferentes categorías. Por ejemplo, están las circunstancias del tiempo que se refieren al contexto temporal en el que algo ha sucedido o en el que nació una persona. De la misma manera, una circunstancia de lugar muestra el contexto geográfico en el que se encuentra un hecho o una persona.
Las circunstancias también pueden serlo, en ese caso, proporcionan algunos detalles concretos. Por ejemplo, que llueve o que la nieve es una circunstancia de camino.
En nuestra vida cotidiana es inevitable adaptarse a las diferentes circunstancias que conforman nuestra existencia, dado que el porcentaje de situaciones que podemos controlar es insignificante: nuestra salud, temperatura y condiciones climáticas, accidentes de tráfico, robos a mano armada y violencia. La integridad de los edificios que visitamos son cuestiones que escapan a nuestro control. Debemos aprender a vivir con los problemas potenciales para desarrollarnos de manera saludable.
Cuando se habla de una circunstancia favorable, se hace referencia a algo externo que condiciona positivamente una situación. La economía de un país puede aprovechar una circunstancia favorable cuando conviene al tipo de cambio de las principales monedas, a las regulaciones aduaneras vigentes y a las necesidades de los mercados más importantes.
Una circunstancia desfavorable, por otro lado, presenta un escenario negativo, que ofrece ciertas complicaciones. Un equipo de fútbol que debe competir en medio de conflictos con los líderes, la falta de pago de salarios y problemas con los seguidores es un ejemplo de este caso.