La disputa se origina posterior a la muerte del papa Gregorio XI en el año de 1378, el cual había tomado la decisión de mover la sede papal ubicada en Aviñón a la ciudad de Roma, luego del fallecimiento se procedió a la elección del siguiente líder de la iglesia, resultando como sucesor el Gregorio VI el cardenal de origen italiano Bartolomeo Prignano, quien asumió su cargo como Urbano VI, ésto provocó que un grupo de diez cardenales integrantes del cónclaves se opusieran a la decisión ya que consideraban que la misma había sido influenciada por las manifestaciones de carácter popular en la ciudad de Roma, nombrando entonces como papa a Clemente VII, quien instaló la sede de la iglesia de nuevo en Aviñón, provocando una división en la iglesia, ya que los franceses se decantaron por aceptar a Clemente VII como máxima autoridad, también España y escocia lo apoyaron, mientras que los pueblos italianos, ingleses, alemanes y finlandeses se decantaron por Urbano VI.
Bonifacio IX fue quien suplanto a Urbano VI, esto entre los años 1389 y 1404, posteriormente el cargo lo asumió Gregorio XII. Mientras Tanto los sucesores de clemente fueron Benedicto XIII y posterior a éste Carlos V.
Toda esta situación provoca gran confusión entre los fieles, ya que se ponía en duda cuál era la verdadera autoridad, por lo que la Universidad de París ideó tre maneras de llegar a una solución para el problema, la primera consistía en que ambos líderes debía dejar sus cargos, la segunda, era la creación de un concilio en donde se llegará a un acuerdo y la tercera era la elección de una árbitro en donde ambas partes estuvieran de acuerdo, la decisión fue tomada, se llegó al acuerdo de instaurar un concilio denominado el Concilio de Pisa, el cual inició en el año de 1409 y gracias al cual ambos papas fueron acusados y depuestos.
Para la siguiente elección papal 24 eran los cardenales participantes que se unieron al concilio, la elección dio como ganador a Pedro Philagrés, nombrado como Alejandro V. A, decisión que no fue aceptada por los dos papas acusados, sumándose a la disputa en denominado “Papa de Pisa”. Luego de la muerte de Alejandro V se nombró como sucesor a Juan XXIII. Con la imposibilidad de lograr un acuerdo se acudió a la ayuda del emperador de Roma Segismundo, quien se encargó de organizar un nuevo concilio instaurado en 1414 en Constanza el cual se declaró como máxima autoridad sobre el papado, lo que originó un conflicto entre el emperador romano y Juan XXIII, provocando que el Papa terminara en prisión para 1415, posteriormente Gregorio XII renunciaría disponiéndose a Benedicto XIII quien era acusado de hereje. Finalmente para 1417 la disputa finalizó con la elección como único líder supremo de la iglesia católica a Martín V.