En este caso en particular las personas claustrofóbicas generalmente expresan que lo que experimentan es sentirse atrapados en un lugar pequeño y sin salida, de lo que se puede indicar que la fobia no es en realidad a estar en un lugar pequeño, el miedo aparece porque sienten que pueden quedarse allí encerrados y de ese modo suelen sentir que pueden morir asfixiados porque de algún modo sienten que les falta el aire y no pueden respirar, para ellos ese sería el aspecto más negativo de encontrarse en esos lugares.
Las personas que padecen esta fobia suelen evitar ciertos sitios específicos como habitaciones pequeñas, ascensores, túneles, el metro, espacios subterráneos, equipos médicos de diagnóstico como el TAC o la RMN, y en casos muy extremos hasta las puertas giratorias pueden llegar a presentar un gran problema para este tipo de personas, suelen buscar otras opciones para poder cumplir su cometido, como subir escaleras o viajar en bus porque de este modo se sienten más seguros y tranquilos.
El desorden de ansiedad que presentan las personas con claustrofobia suelen manifestarse físicamente de distintas formas que suelen implicar comportamientos poco comunes, en la mayoría de los casos sienten que tienen poco espacio por lo que suelen limitar los movimientos. Además de la falta de aire las personas que sufren claustrofobia suelen sentir palpitaciones, sudoración, temblor y mareos, éstos suelen ser los síntomas más frecuentes.
Las causas de tener poseer este temor puede ser por alguna experiencia propia, como la de haberse quedado encerrado en un lugar pequeño, o puede ser indirecta, por haber escuchado que a alguien más ha vivido una situación similar. Sin embargo se debe tener en cuenta que las fobias se pueden superar, con tratamientos de terapias, técnicas de relajación, entre otras.