Qué es coagulación
La coagulación sanguínea es el proceso de formación de un coágulo o trombo para evitar la pérdida excesiva de sangre del cuerpo. Es una masa gelatinosa formada por las plaquetas y la fibrina en la sangre.
Los trastornos de este proceso pueden provocar sangrado (hemorragia o hematomas) o coagulación obstructiva (trombosis).
La relación existente entre la hemostasia y coagulación radica en el hecho de que la coagulación forma parte de un proceso mayor (hemostasia), la cual es el proceso mediante el cual el cuerpo se encarga de detener el sangrado en caso de ser necesario.
El término también sirve para referirse a ciertos procesos empleados en el tratamiento de aguas residuales, en este caso, la coagulación y la floculación son dos procesos separados usados en sucesión, para vencer las fuerzas que estabilizan las partículas suspendidas en el agua.
La primera se encarga de neutralizar las cargas de las partículas, mientras que la segunda permite la unión de estas, haciéndolas más grandes, facilitando su separación del líquido.
El término deriva del latín “coagulatio” que quiere decir acción y efecto de cuajar.
Características de la coagulación
El objetivo principal de la coagulación sanguínea es formar un coágulo de sangre estable para detener el sangrado y permitir que el tejido se repare.
Factores de coagulación
Los factores de coagulación de proteínas de la sangre principales son:
- Fibrinógeno.
- Protrombina.
- Tromboplastina tisular (factor tisular).
- Calcio ionizado (Ca).
- Factor lábil o proacelerina.
- Factor estable o proconvertina.
- Factor antihemofílico.
- Componente de tromboplastina plasmática.
- Factor de Stuart-Prower.
- Antecedente de tromboplastina plasmática.
- Factor de Hageman.
- Factor estabilizador de fibrina.
Los factores de coagulación dependientes de la vitamina K son: la proteína S y C, el FVII, el FIX y la protrombina. Todos ellos juegan un papel fundamental en el proceso de curación de las heridas y la hemostasia del cuerpo humano, ayudando a mantener una correcta estabilidad en la viscosidad de la sangre.
Tiempos de coagulación
Para determinar si la persona tiene los valores normales del tiempo de coagulación de la sangre, el médico indicará al paciente la realización de algunas pruebas. Cada método de prueba puede dar resultados diferentes en cuanto al tiempo. Estos métodos pueden tomar en cuenta las dos diferentes vías de coagulación existentes, intrínseca y extrínseca.
Algunos de estos métodos de pruebas son:
- Método de prueba del tiempo de coagulación de la sangre: cuando la sangre sale del cuerpo, los vasos sanguíneos no estarán expuestos al factor no endotelial, el proceso es inducido por la activación de factores endógenos. Al realizar esta prueba, el resultado normal sería de 8 a 12 minutos.
- Protrombina: es un método para investigar la vía exógena de dicho proceso en la sangre. La protrombina (PT) muestra principalmente la actividad de los factores implicados en la ruta de coagulación exógena. Si el PT es normal, el tiempo normal es de 10 a 14 segundos.
- Tromboplastina: la tromboplastina parcial activada muestra principalmente la actividad de los factores que participan en la ruta endógena del proceso vía endógena. Si la tromboplastina es normal, el tiempo de coagulación durará entre 30 y 40 segundos.
- Tiempo de trombina: este método se utiliza para evaluar la ruta de coagulación general. El tiempo normal es de 14 a 16 segundos. El tiempo de trombina evalúa la función de los diferentes factores de la vía extrínseca de coagulación y de la vía común de manera integrada.
Pruebas de coagulación
Los estudios y pruebas de coagulación miden estas interacciones en la sangre. Los tipos específicos de pruebas incluyen:
- Tiempo de protrombina (TP).
- Tiempo de tromboplastina parcial activada (TTPa).
- Tiempo de trombina (TT).
Estos estudios ayudan a dar sentido al sangrado inexplicable. También pueden proporcionar respuestas sobre los riesgos hereditarios de trastornos de la sangre y sirven como controles y diagnóstico de algunas enfermedades.
Proceso o cascada de coagulación
La relación existente entre la hemostasia y coagulación radica en el hecho de que la coagulación forma parte de un proceso mayor (hemostasia), la cual es el proceso mediante el cual el cuerpo se encarga de detener el sangrado en caso de ser necesario. Todo el proceso se divide aquí en tres pasos principales:
- La hemostasia primaria implica el proceso de vasoconstricción, que responde a la lesión del cuerpo en la pared vascular. Una vez lesionadas, las paredes vasculares reaccionan inmediatamente, reduciendo la cantidad de flujo sanguíneo en el área infectada.
- A continuación, las plaquetas juegan un papel clave al cubrir el área lesionada para detener el sangrado. También activan un proceso que forma un coágulo de fibrina conocido como hemostasia secundaria.
Esto conduce a la liberación de contenidos granulares almacenados que contienen serotonina, ADP y tromboxano, lo que da como resultado una mayor activación de las plaquetas en el plasma sanguíneo. - Dado que las plaquetas por sí solas no pueden asegurar los daños causados a las paredes de los vasos, necesariamente se debe formar un coágulo de sangre.
Esta formación de coágulos depende de varios factores que se activan entre sí en la cascada de coagulación.
Esta cascada da como resultado la formación de fibrinógeno, que es una proteína plasmática soluble. El fibrinógeno se convierte en proteínas de fibrina y finalmente se unen para formar un coágulo. Los coágulos de plaquetas se denomina trombo blanco y si los glóbulos rojos también están presentes, se conoce como trombo rojo.
Trastornos de la coagulación
Los trastornos de la sangre son condiciones que afectan las actividades de formación de coágulos en la sangre.
Entre las más conocidas se encuentran la hemofilia y la enfermedad de Von Willebrand, las cuales suceden cuando la coagulación es muy lenta, causando hemorragias.
Por otro lado, cuando hay una alteración en este proceso y este se acelera, se presentan enfermedades como la trombosis venosa profunda y el estado de hipercoagulabilidad. Ambas se caracterizan por la formación de coágulos que obstruyen los vasos arteriales.
Además, hay condiciones hereditarias que influyen en esta condición, ya sea en que se acelere o se haga lenta, estos son:
- Factor V Leiden (el más común).
- Mutación del gen de la protrombina (G20210A).
- Deficiencias de proteínas como la proteína C y S y la antitrombina.
- Niveles elevados de fibrinógeno o fibrinógeno disfuncional.
- Niveles elevados de factor VIII y otros factores, incluidos el factor IX y XI.
- Sistema fibrinolítico anormal.
Asimismo, hay trastornos adquiridos de la coagulación de la sangre, entre los que se incluyen:
- Síndrome antifosfolípido (SAF).
- Coagulación intravascular diseminada (CID).
Las causas de los trastornos adquiridos de la coagulación de la sangre incluyen:
- Cáncer (una de las causas más comunes).
- Algunos medicamentos que tratan el cáncer.
- Trauma o cirugía reciente.
- Colocación de catéter venoso central.
- Obesidad.
- El embarazo.
- Uso de estrógeno suplementario, incluidas las píldoras anticonceptivas orales (píldoras anticonceptivas).
- Terapia de reemplazo de hormonas.
Tratamiento para los problemas de coagulación
En la mayoría de los casos, solo basta con un tratamiento cuando se desarrolla un coágulo de sangre en una vena o arteria.
Anticoagulante
Los medicamentos anticoagulantes disminuyen la capacidad de formación de coágulos en la sangre y evitan la formación de coágulos adicionales. Algunos de ellos son:
- Aspirina.
- Warfarina (Coumadin® o Jantoven®), en tabletas.
- Heparina, un medicamento líquido que se administra por vía intravenosa.
- Heparina de bajo peso molecular, una inyección que se recibe una o dos veces al día. Se puede tomar en casa.
- Fondaparinux medicamento inyectable.
- Anticoagulantes orales directos (comprimidos) como rivaroxabán, apixabán o dabigatrán.
Procoagulantes
Son aquellos que promueven la coagulación de la sangre. Entre los más comunes se encuentran:
- Factor antihemofílico humano (VIII).
- Factor IX.
- Fitonadiona.
- Factor VII.