Las coaliciones se han dado desde tiempos remotos. Generalmente, esta medida era adoptada cuando la gestión de un Rey no era muy buena o si su popularidad era muy baja. Con esto nacen la Ligas de familias nobles, que mantenían un importante control sobre las naciones ubicadas en Europa Central. En la época contemporánea, ejemplos recurrentes de coaliciones son las formadas por algunas potencias europeas, en vista del auge de la Revolución Francesa. Durante este período, se formaron alrededor de 7 coaliciones, para la última terminar con la derrota y posterior huida de Napoleón Bonaparte.
Actualmente, las coaliciones siguen siendo populares en Europa; se dan en ambientes políticos en donde preponderan más de dos partidos mayoritarios, dejando a los partidos alternativos con la opción de unírseles o tratar de incrementar su popularidad. De igual forma, se puede presentar cuando un grupo político no tiene el suficiente apoyo por parte del poder legislativo, como lo pueden ser el congreso o el senado, por lo que los diputado deberán votar apoyando las decisiones del grupo mayoritario.