A su vez, dicha inteligencia se divide en categorías y de igual manera el coeficiente intelectual. Éstos “rangos” de puntuación se han utilizado para predecir aspectos como el rendimiento escolar de un niño o la necesidad que un individuo pueda poseer de una educación especial.
Se habla entonces de que los rangos de CI, de acuerdo a su puntuación son: capacidad cognitiva nula (CI de 0 a 4), discapacidad cognitiva profunda (CI de 5 a 19), discapacidad cognitiva grave (CI de 20 a 34), discapacidad cognitiva moderada (CI de 35 a 54), discapacidad cognitiva leve (CI de 55 a 69), retraso mental (CI de 70 a 84), debajo de la media (CI de 85 a 99), media establecida (CI de 100), encima de la media (CI de 101 a 114), inteligencia brillante (CI de 115 a 129), superdotación intelectual (CI de 130 a 139), genialidad intelectual (CI de 140 a 154), altas capacidades intelectuales (CI de 155 a 174), inteligencia excepcional (CI de 175 a 184), inteligencia profunda (CI de 185 a 201) e inteligencia mayor a 201.
Muchas personas se han preguntado, si es posible aumentar su inteligencia y si bien para algunos la inteligencia es innata, es decir, se nace con ella; otros sostienen que la capacidad de tomar decisiones inteligentes, no depende sólo de la cantidad de inteligencia que se posea, sino también de la claridad mental, capacidad de pensamiento rápido, atención, concentración y memoria, los cuales pueden mejorarse mediante la nutrición, según afirmación de especialistas.
Estudios sobre la influencia de los nutrientes que nos proporcionan los alimentos en el funcionamiento de nuestro cerebro, fueron iniciados por el doctor A. L. Kabala en 1960, quien junto a sus colaboradores realizaron un experimento con más de 350 estudiantes, dividiéndolos de acuerdo al nivel de vitamina C en su organismo.
Tomando la premisa de que la media del CI se ubica en los 100 puntos, tuvo como resultado que quienes tenían alto nivel de vitamina C en su organismo poseían una media de 113 CI y los de bajo nivel se ubicaban en los 109, dicho resultado mostraba como sólo la vitamina C podría aumentar el CI en hasta 4,5 puntos.
A lo largo del tiempo fueron varias las escalas que se generaron, como la Wechsler, para adultos y para niños, la escala de Kaufman la de Standford-Binet.
Se ha descubierto que en la actualidad el 90% de la población mundial se encuentra dentro del grupo de “inteligencia normal”, poseedores de un CI entre los 76 y 129. Apenas un 4% se ubica en la categoría de “subnormales” con un CI que va de 70 a 75 y un 5% se ubica dentro de los superdotados con un CI que va de los 130 en adelante.
A pesar de la importancia que han tomado los estudios del CI, se ha hablado de una oposición a que dichos tests son suficientes para representar la capacidad intelectual de una persona, pues se dice de que éstos pueden cubrir un 25% de la misma y que el 75% restante lo componen la inteligencia emocional e inteligencia interpersonal (sociabilidad) que no son tomadas en cuenta en los cálculos del CI.