En la mayoría de los casos la coerción se apoya en la intimidación o advertencia por medio de la utilización de la violencia de tipo física, verbal o de otro tipo, para restringir o supeditar el tipo de comportamiento de un sujeto. Generalmente se declara que la legislación trabaja a través de la coerción, puesto que la amenaza o advertencia de sanción permite que las personas se abstengan de cometer actos ilícitos por miedo a las consecuencia negativas que esto indica, establecidas por la ley.
Existen diversos tipos de coerción que entre ellos se pueden mencionar la coerción legal, la coerción internacional, la coerción cibernética.
La legal, es un Estado de Derecho, su actuación se regula completamente por medio de normas y preceptos que incluyen una serie de prohibiciones, penas en tal caso que estas no se cumplan.
La internacional, habitualmente comprende las coerciones pacíficas, que son aquellas amenazas de sanción diplomática o económica.
Y la cibernética posee la peculiaridad abarca las sanciones por el mal uso mecanismos tecnológicos y herramientas informáticas tales como correos electrónicos, chat, blog, mensajes de texto, realización de vídeos en páginas web, los cuales pueden ser dados a conocer con el objeto de ridiculizar a otros.