Esta situación que se presentó en Venezuela en el año 2002 condujo a una inmediata y progresiva devaluación de la moneda local, el bolívar, la cual paso de estar en menos de 6 meses de 1,3 Bs. por cada dólar a 2 bsf por dólar. Si bien es cierto que la moneda ha continuado con el proceso de devaluación hasta la actualidad, CADIVI (Comision de Administracion de Divisas) como se le conoce al control de cambio en Venezuela, ha representado una herramienta económica con la que la producción nacional de rubros ha sustituido en gran parte a la mercancía importada, lo que ha representado un crecimiento de la economía en el país. Sin embargo, tantas regulaciones para la adquisición de divisas han conducido al país a un estado de anarquía y corrupción fiscal y política realmente desastrosa.
Los controles de cambio lo que buscan es proteger el patrimonio activo y pasivo del país. De esta manera, se mantiene «Estable» la economía. Con las restricciones de un control cambiario, se genera un mercado paralelo al oficial en el que el precio de la moneda es hasta 500% más elevado, pero ante la regulación de capital, miles de inversionistas y turistas se ven obligados a optar por este sistema netamente ilegal ante los ojos del gobierno y su sistema económico, pero es una de las consecuencias más relevantes que el control cambiario produce.