La cosmología se encarga de estudiar todo lo concerniente a la evolución del universo, cómo está estructurado y el rol del hombre dentro del mismo.
El cosmos cuenta con ciertos elementos que lo integran, entre los que se encuentran:
Espacio y tiempo: son considerados los elementos básicos del cosmos y se distinguen por contar cada uno de ellos con cualidades físicas bien definidas. Como elementos primarios, no cuentan con muchos calificativos para describirlos y por lo general son sus características las que se encuentran definidas con su mismo nombre. Por ejemplo, el tiempo es un elemento primario con una característica básica que es la de movimiento rectilíneo, cambio periódico entre sus puntos sucesivos, es decir, tiempo. Por su parte el espacio es un elemento que se caracteriza por la extensión, lugar, etc. es decir, espacio.
La energía: ésta procede de la fusión entre el espacio y el tiempo, por lo que contiene las cualidades de ambos elementos primarios, es decir que la energía representa la acción del tiempo desplazándose a través del espacio.
La gravedad: básicamente la gravedad es la energía en un sentido focal sobre cualquier punto energético o material. La gravedad se origina tanto en acumulaciones de puntos energéticos, como en todos los otros sistemas gravitatorios como las estrellas, los átomos, etc.
Magnetismo: cuando se origina una acumulación de puntos energéticos, alrededor de ella queda un vacío, que provoca un desequilibrio energético entre el núcleo y este contorno vacío. Para nivelar este desequilibrio, se origina una fuerza de redistribución de energía que va desde el núcleo central, hasta el contorno vacío a la cual llamaremos magnetismo.
Materia: solo es energía estructurada en sistemas gravitatorios, que se caracterizan por ser inaccesibles para otros sistemas gravitatorios, por lo que le otorga una sensación de elemento estable y fuerte.