Aunque parezca una técnica complicada, el craquelado es muy sencillo, en algunas ocasiones es probable que al apresurar el proceso de envejecimiento, no siempre salga un craquelado uniforme ya que esto va a depender de la cantidad de pintura, de cómo se efectúen las pinceladas y de muchos otros factores que pudieran significar que el método es difícil, sin embargo, no es así, solamente es un proceso cambiante que a través de la práctica se puede lograr dominar. Cualquier superficie es apta para aplicar esta técnica. La persona puede craquelar un objeto adquiriendo un craquelador o por medio de métodos caseros.
A continuación se detalla uno de los métodos de craquelado más usuales: Cuando el craquelador es de un solo componente, se debe aplicar entre dos colores que sean diferentes, lo más aconsejable es utilizar colores que no sean distintos, pero eso va a depender del manualista. Primero se pinta la zona de un color y se deja que esta se seque. Luego empleando un pincel se da una mano de craquelador que no sea ni muy delgada ni muy gruesa y se deja secar. El siguiente paso es colocar otra capa de pintura de diferente color que el primero, en este caso lo más recomendable es no pasar la pintura por el mismo sitio para que el agrietamiento se realice de forma adecuada.